Sunday, November 06, 2005

Web 2.0: ¿ LA NUEVA INTERNET ??

Para algunos es el concepto futurista que revolucionará el ciberespacio; para otros, sólo un burdo ardid publicitario. Mientras la polémica se enciende alrededor de la Web 2.0, tanto partidarios como detractores afilan sus armas, dictan conferencias, publican libros... y nosotros ni idea de lo que están hablando. ¿Promesa o ficción? Tratemos de echar algo de luz.

tomado de mouse.cl

Hace dos semanas, mi editor me avisó que la Web cambió de versión. Como yo ni siquiera me había percatado, lo primero fue preguntarle dónde se descargaba la nueva. "No, zopenco" – fue más o menos lo que me dijo – "Es otro concepto".

- ¿Algo así como la Internet 2? - sugerí recordando la red superpoderosa con que juegan los científicos sin convidarle a nadie.
- Nada que ver – me corrigió de nuevo – Piensa en Google, Flickr, Del.icio.us, Wikipedia, RRS, Blogs o Ajax... todo junto.

¿Entonces si los usaba ya era parte de la Web 2.0? ¿Estaba a la moda? No entendía nada.

Una búsqueda rápida en Internet me mostró que algo se estaba cociendo sin que nadie me invitara. Cientos de artículos, bitácoras y medios de prensa hablan sobre el tema, e incluso Flock, un flamante navegador, clamaba estar en sintonía con el fenómeno.

Okey. ¿Quién es el culpable de este alboroto?

Pues nada menos que Tim O'Reilly, un irlandés calcado a Tomás Hirsch que desde 1992 se dedica a publicar libros de referencia técnica – verdaderas biblias de la programación – con portadas de animalitos.

Fue a mediados de 2004 que junto a sus amigos de MediaLive International, sintió la urgente necesidad de darle un nombre a un conjunto de tendencias que afloraban en la Web, de la mano de servicios interactivos o tecnologías nunca antes vistas (o bien que nadie había tomado en serio).

Tras un derroche de originalidad, se le llamó Web 2.0.

¿Pero qué es la Web 2.0? No es una pregunta sencilla. Como ni a sus propios entusiastas les quedaba claro, O'Reilly publicó un extenso ensayo donde explica que la Web ha evolucionado técnica, económica, social e incluso filosóficamente, en torno a siete premisas fundamentales:

1. La Web como plataforma

Y no se refiere sólo a esas maravillosas aplicaciones que se ejecutan a través de la Web, dejando atrás el sistema operativo. En la visión de O'Reilly, las Web es un tejido vivo, sobre la cual puede basarse desde un programa hasta una base de datos colaborativa.

Precisamente, ejemplifica el caso con BitTorrent, el popular sistema de intercambio de archivos: "Como otros pioneros del movimiento P2P (persona a persona), BitTorrent adopta una perspectiva radical de la descentralización de Internet donde cada cliente es al mismo tiempo servidor. De esta forma se demuestra un punto clave de la Web 2.0: entre más gente utilice el servicio, mejor se pone".

2. Enlazar inteligencia colectiva

Sí, suena a plan extraterrestre para conquistar el mundo, pero en realidad se refiere a que si en la antigua Web el conocimiento estaba relacionado a través de hipervínculos, directorios como Yahoo o motores de búsqueda, en la Web 2.0 se agregan compendios activos como la Wikipedia, Flickr, etiquetas (tags) que clasifican y asocian en directo la información, sindicaciones RSS que la llevan a los usuarios o – sin ir más lejos – los proyectos de código abierto, desarrollados y distribuidos en línea.

O'Reilly hace un dictamen claro de este punto: Los efectos en red de las contribuciones de los usuarios serán la llave para conquistar mercados en la era de la Web 2.0.

3. Los datos son el próximo 'Intel Inside'

Cuando Intel cambió su giro de los chips de memoria a los procesadores, se enfrentó al desafío de dar valor a un producto que solía pasar desapercibido como una pieza más entre los componentes de un ordenador. Tras varias jugadas estratégicas y una astuta campaña de promoción, Intel no sólo logró posicionar su marca para que "no diera lo mismo", sino que creó un capital invaluable del que hasta hoy disfruta.

En la misma forma que los computadores y el procesador, la Web ofrece servicios que funcionan sobre bases de datos ocultas a simple vista, pero verdaderas esencias del sistema. El mejor ejemplo lo ofrecen los servicios de mapas de Google, Yahoo o Microsoft, servidos por empresas desconocidas como NavTeq o DigitalGlobe. Ellas son las verdadera dueñas del negocio, así como Amazon posee una base de datos que desbordó a gigantes como Barnes&Noble, o Technorati se ha establecido sobre la blogósfera.

4. Fin de los ciclos de renovación de software

Para O'Reilly no hay duda: una de las características principales de la era Internet es que el software deja de ser un producto para transformarse en un servicio. De esta forma, tanto los modelos de de negocio como los de desarrollo deben adaptarse a una realidad en que los ciclos pasan a ser un continuo.

Sólo piénsenlo. ¿Cuántos servicios Web – como Gmail, Google Maps, Flickr o Del.icio.us – se mantienen en un estado "beta" perpetuo?, algo que sería impensable para un producto a la venta en tiendas. Las actualizaciones se realizan cada semana, cada día e incluso cada hora, adaptándolo a los requerimiento de los usuarios, quienes a su vez se transformar en una especie de co-desarrolladores, especialmente en proyectos open source.

5. Modelos livianos de programación

Aunque hablamos de un nivel más técnico, la simplicidad sigue siendo clave y más aún a la hora de implementar servicios o soluciones de software. La Web adopta cada vez con más fuerza estándares sencillos, de carga liviana, como la sindicación via RSS o la compatibilidad con XML. La misma idea subyace tras Ajax: reemplazar sistemas de producción propietarios y complejos como Java o Flash con un conjunto de técnicas livianas.

6. Software por sobre un solo dispositivo

Durante años, Internet era sinónimo de un PC. Hoy, una amplia gama de dispositivos son capaces de conectarse a la red, incluyendo PDAs, televisores (WebTV), reproductores de música, automóviles e incluso otros más inesperados como refrigeradores o lavadoras.

Dado que la barrera del acceso es cada vez menor, las aplicaciones y servicios de la Web 2.0 deberían estar preparadas para funcionar con independencia del sistema o plataforma de entrada. Es más, O'Reilly destaca cadenas como la formada por iTunes e iPod, donde el computador funciona como el entorno de 'trabajo' para luego ser descargado al reproductor para su ejecución.

7. Experiencias de usuario enriquecidas

Y aquí es un solo nombre el que domina este punto: Ajax. El conjunto de tecnologías inherentes a los navegadores y capaces de crear experiencias interactivas e instantáneas para los usuarios, interesa cada vez más a los desarrolladores por sus múltiples beneficios, en especial desde la salida de Gmail y Google Maps. Es rápida, compatible, no requiere plugins adicionales, flexible y, por sobre todo, gratuita.

Como notarán, la Web 2.0 engloba un conjunto fascinante de perspectivas de desarrollo, pero para muchos usuarios también conlleva una forma de pensar el ciberespacio. Tras años de una comercialización forzada que violentó el antiguo espíritu académico y colaborativo de la red, esta nueva perspectiva podría perfilarse como una conciliación de ambos factores.

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